lunes, 25 de febrero de 2013

EL STREET CIRCUS BOGOTANO


Cuando caminas por las calles no es nada raro que tropieces constantemente con individuos estrafalarios, raros, llamativos y excéntricos que día tras días se sitúan entre nosotros, aprovechándose del rojo de los semáforos, de los caminantes de las plazoletas, de los peatones de las calles,  de los trancones de las avenidas. Su oficio comprende y encierra todo un arsenal artístico, un arduo complejo y constante trabajo de adiestramiento, talento y compromiso.  Para muchos son objeto de entretenimiento,  otros de incomodidad o molestia y  para unos cuantos de total y completa indiferencia.
Todos y cada uno de ellos hacen parte del “Streetcircus Bogotano”, una tendencia  y alternativa más  que brinda nuestras calles, un sostenimiento económico para los personajes que no logran encontrar un trabajo,  un estilo de vida basado en el esparcimiento, una gratificación económica que funciona como aliciente o estímulo a su talento, una forma más de sobrevivir a las voraces condiciones de la capital, o simplemente una total convicción y amor por lo que hacen.
En Bogotá, se encuentran desde malabaristas,  lanzafuegos, acróbatas, motociclistas, zanqueros, estatuas humanas, mimos y todo tipo de artistas circenses callejeros, son personajes que al final de su función extienden su mano en busca de  un apoyo económico o simplemente un gesto amable  que los haga sentirse satisfechos.


Consecuencia o no de la crisis, son parte de nuestra cultura, de nuestra ciudad, de nuestra gente, todos son representantes del arte popular, fenómeno o no, artistas o no, artífices o no, detrás de cada personaje  hay una historia acompañada de un espectáculo diferente.